sábado, 20 de agosto de 2011

Capítulo 3.


Joe miró a Sam, y le cogió la mano con más fuerza. Y sin apartar sus ojos de los de Sam, dijo:
-Estoy ocupado.
Sam sonrió, y escuchó una especie de bufido que emitió Daniel, justo antes de alejarse.
-Pero supongo que Sam querrá venir a dar una vuelta conmigo, ¿Verdad?-Preguntó Mark.
El chico le dirigió una mirada cargada de tristeza, cómo suplicándole que dejara a Joe y se fuera con el, sin oponer ninguna resistencia más. Pero Joe acababa de decirle que no a una chica guapísima para estar con ella, así que hizo lo que creyó correcto:
-No puedo, lo siento. Tal vez  otro día, ¿Vale?
Mark asintió, y se colocó la mochila al hombro, mientras se alejaba cabizbajo.
-Espero que no nos vuelvan a molestar.-Dijo Joe mirándola. Entonces susurró.-Nadie.
Sam sonrió y asintió, luego escuchó cómo una chica no paraba de pegar gritos, mientras repartía unos papeles que eran claramente invitaciones. Tenía el pelo negro, y largo. Llevaba una falda de tubo, una americana negra, y una camiseta muy elegante, con un colgante plateado muy largo colgando del pecho, y sus zapatos eran negros y brillaban tanto, que los rayos del sol se reflejaban en ellos y apenas de podían mirar. Parecía una mini Gloria Hawks. Entonces se acercó hacia ellos.
-Mierda...-Susurró de nuevo Joe, tan bajito que ni Sam pudo oírle.
-Hola, chicos. Soy Carla Black, y me gustaría tener el honor de invitaros a mi fiesta de cumpleaños, que celebraré dentro de tres días, en el salón principal del internado a las 8 y media. Espero que podáis acudir, ¡Tened un buen día!
Y dicho esto, les dio dos entradas, y se marchó elegantemente.
-¿La conocías?-Le preguntó Sam a Joe.
-No, de nada. ¿Tu si?
Sam negó con la cabeza, y cogió la invitación del suelo.

    "Querida Samantha Courtney, 
Me complace invitarte a mi 15 cumpleaños, éste sábado a las ocho y media en el salón principal del internado. Espero de todo corazón que puedas acudir. Y creo saber que piensas: "¿Qué me voy a poner?" no te preocupes; ven a la sala común de las chicas a las 6 y diez de la tarde del miércoles, estaré esperándote.
PD: No seas una jodida idiota y ven, o te perderás la fiesta del año.
PD2: Búscate un tío bueno. Necesitas pareja, zorra."

-Eh... ¿Te insulta al final de la invitación a ti también, Sam?
Sam se rió, y respondió:
-Sí. Y eso que parecía una pija repipi...
-Pues a mi sigue pareciéndome una pija repipi, nunca cambiara eso a no ser que deje de hablar como mi abuela.-Dijo Joe mientras ponía cara de arcadas, los dos se rieron, cogieron el cartón de la pizza y lo tiraron a la basura, volvieron a sentarse.
-Vale, hasta ahi esta todo claro. Pero, ¿Cómo sabía nuestros nombres?-Dijo Sam.
-No había pensado en eso... supongo que pediría permiso para mirar alguna lista de alumnos. Al lado de cada nombre, hay una foto.
-Sí, probablemente... Tienes razón. ¿Qué hora es?
-Las cuatro, ¿Por?
-Oh, es pronto. Da igual.-Dijo Sam sonriendo.
Se pasaron las dos siguientes horas escuchando musica,  hablando y riendo. Justo cómo habían hecho en la habitación de Joe. Cuando dieron las seis, Sam dijo:
-Tengo que ir a la sala común de las chicas, ¿Podemos vernos luego?
-Está bien. Estaré en la sala común de los chicos.
Intercambiaron números de teléfono, y Sam se fue corriendo. Quería ser la primera en llegar para encontrar un vestido decente. Cuando llegó, había unas dos chicas más, hablando entre sí.
-...Pues yo espero que Clark me pida que vaya al baile con el, es tan guapo...-Decía una.
-Agradece que soñar es gratis, Chris. Sólo hablasteis una vez, y fue porque sin querer le diste un codazo en el pasillo y le pediste perdón.
-Vamos, Sara. ¿Cómo puedes vivir con toda esa negatividad? Si no se intenta, no se puede ganar. Intentaré ligármelo. Tengo tres días, ¿No? Pues ya está.
-Cambiemos de tema... Me sigue pareciendo alucinante lo fácil que es hacer amigos aquí, ya conocemos a medio internado. Oh, hola.-Dijo Sara dándose cuenta de la presencia de Sam.
-Hola. Soy Samantha. Sam.
-Encantada, yo soy Sara, y ella es Chirstine.
-Puedes llamarme Chris.
Las tres se sonrieron, y poco a poco, fueron incluyendo a Sam en la conversación.
-Espera, ¿Tu eres esa chica que estaba con Clark tomando pizza hace un rato?
Samantha llegó rápidamente a la conclusión de que Clark era el apellido de Joe, así que dijo:
-¿Joe? Sí, somos muy amigos. O eso creo.
-¡Eso es tan genial! ¿Podrías darme algún consejo para gustarle?-Dijo Chris.
Se quedó en blanco. ¿Que le iba a decir? No pensaba darle ningún consejo; le quería para ella sola.
-Pues... la verdad es que no sé. Simplemente sé tu misma, supongo.
-Eso no ayuda, Sam.-Dijo Chris casi en un bufido.
-Ignórala, creo que tiene la regla.-Dijo Sara en un susurro. Sam se rió un poco, después de comprobar que Chris no escuchaba; estaba demasiado ocupada comprobando que sus uñas estaban en perfecto estado.-Ven a vernos alguna vez. Habitación 104.
Al cabo de unos cinco minutos, la cola era larguísima, y entonces llegó Carla Black, sonriente, con un modelito nuevo: unos vaqueros excesivamente cortos, una boina, y una camisa que tenía medio metida por el pantalón, pero los mismos zapatos. Aunque a Sam le costó reconocerlo, estaba muy guapa.
-Buenas tardes, señoritas. Supongo que estáis aquí para coger un vestido. Pues os deseo suerte, y... que comience la caza.-Dijo Carla mientras abría la puerta de golpe. Un griterío comenzó a empujar a Sara, Chris y Sam para entrar a la carrera. Sam miró a su alrededor; todo estaba dividido por colores. Sólo tenía que pensar de que color quería que fuera su vestido, y elegir uno. Después podría volver con Joe. Ya está. Se dirigió hacia lo negro, porque le pareció lo más elegante, y comenzó a rebuscar entre las perchas, mientras lo que parecían por lo menos cien chicas, iban de lado a lado en la sala, buscando un vestido perfecto.

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